Las propiedades que tiene el agua termal por su composición mineral es efecto calmante, tonificante e hidratación intensa, siendo compatible con pieles sensibles.
Estos minerales ayudan a la regeneración de la piel, refuerzan la barrera cutánea y deja un aspecto aterciopelado.
El agua termal es recolectada en Pirineos, donde el subsuelo le aporta unas características únicas.
Los minerales que encontramos en el agua termal (sodio, potasio, calcio, zinc y magnesio) ayudan a refrescar, hidratar, nutrir y calmar la piel durante el día.
Estos minerales están presentes de forma natural en la piel por lo que la aceptación de nuestra piel al agua termal es alta y muy favorable.
Refrescante y descongestionante se puede utilizar sola o como elemento complementario a otros tratamientos de belleza.
Para una hidratación continua de la piel, guárdala en el frigorífico y aplícala como una bruma.
Tu piel lo agradecerá.